miércoles, 8 de octubre de 2008

Casos de corrupción I

Cuando parecía que el caso Canchaya; y otro más vergonzoso aún, el pollero Anaya, ya habían rebasado cualquier índice de corrupción en la administración pública, seguramente no nos esperábamos lo que estaba por suceder. En esta semana, PerúPetro viene protagonizando uno de los casos de corrupción de más alto nivel, involucrándose incluso al propio Jefe dek Gabinete de Ministros Jorge del Castillo, quien seguramente tiene mucho por explicar aún.


Este escándalo explotó cuando el domingo pasado, Fernando Rospigliosi difundió, a través del programa Cuarto Poder de América TV, unos audios que revelaban las irregularidades en las licitaciones de lotes petroleros. En este caso, los protagonistas son el ex Ministro de Energía y Minas Rómulo León, el director de PerúPetro Alberto Quimper y el representante legal de la empresa petrolera noruega, quienes actualmente se encuentran en proceso de investigación.


En verdad, toda esa situación genera un malestar general en toda la población, que cada día va perdiendo la confianza en sus autoridades, al ver que sin reparo alguno usufructúan el dinero de todos los peruanos, dinero que bien podría alimentar o brindar salud en las zonas apartadas de la capital. Pero, al parecer, esto tiene sin cuidado a aquellos que ven interesadamente los puestos de gobierno, y ahora, todavía se hacen los “ofendidos” ante la prensa alegando intromisión a la “privacidad”, como diría por allí una amiga ¡que no me vengan!!!!


Lamentablemente, el interés económico y la corrupción están presentes en todos los niveles de la actividad laboral peruana, ya sea en una micro, mediana o gran empresa; y que no decirlo, en la administración pública también; de lo que se puede inferir que este tipo de acciones se está convirtiendo en parte esencial de la personalidad del peruano, que siempre buscar obtener el mayor beneficio en cualquier lugar en el que se desarrolle.


Es tal vez una de las tantas causas por las que nuestra sociedad muestra su actual cara. Ante esto, que nos queda más que hacerle frente, no al problema de PeruPetro, que el gobierno hará todo lo posible por apaciguar y la prensa olvidará el día de mañana; sino más bien, a esta mala costumbre que nuestra población, tristemente, ha adoptado al ver a su entorno una gran cantidad de hechos de este tipo que quedan impunes sin que se haga algo al respecto. Sólo esperamos sanciones memorables para esos “desvergonzados”, y que el peso de la ley se igual para todos, así éste sea amigo del propio Presidente.

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