Recordando a los versos...
Me río de los fracasos
porque de ellos aprendo más
mas lloro de la suerte
porque que mañana no estará
Me río del dolor
porque cuando pase todos será mejor
mas lloro por el jolgorio
pues luego se me queda el hábito
Me río del Estado
porque el guión parece mexicano
mas lloro por la nación
Acaso la defendemos???
Me río de la incertidumbre
porque la certeza me genera estrés
mas lloro por la costumbre
lo mismo cada vez
Me río de los problemas
porque resolverlos significan retos
mas lloro por lo estable
porque a su fin nada será confiable
Me rio, me rio, me rio
Y me rio de ti
porque te ries de lo serio
y aunque quiera
por ti llorar no puedo
sábado, 15 de noviembre de 2008
jueves, 6 de noviembre de 2008
Los autogoles de Burga

Desde hace varios años, la Federación Peruana de Futbol (FPF) se ha convertido en el propio enemigo del deporte por el que, supuestamente, tiene que velar. Son varias las eliminatorias al mundial que los peruanos vemos pasar como agua que se nos va entre las manos. Desde problemas dirigenciales, malos manejos en la propia selección y los actos de corrupción se han convertido en el pan de cada día al interior de dicha federación.
Pero la penosa realidad por la que atraviesa nuestro balompié tiene nombre y apellido propios. Manuel Burga. El hombre que con su inconciencia y obstinación está resquebrajando cada vez más el debilitado futbol peruano.
A él no le bastan los fracasos en la selección, las derrotas cada vez más vergonzosas y desde luego, las criticas de la opinión pública. Pareciera que el afán por el poder y el buen billete que cada mes se lleva a los bolsillos han provocado en él una ceguera administrativa, deportiva y más aun moral. Pero si este desagradable personaje ha venido siendo el protagonista de grandes irregularidades públicas, denuncias por corrupción y escándalos extradeportivos, ¿por qué no lo echan? Pues la respuesta es fácil y estoy seguro que más de uno ya la tiene. La FIFA, el ente mundial del fútbol, protege la autonomía, en todos los niveles, de las federaciones de cada país; y peor aún, castiga la intromisión política de los gobiernos en turno. Es por eso que Manuel Burga tiene a toda la afición prácticamente “amenazada” ante una posible desafiliación si sus facultades como dirigente no son respetadas. Está jugando al “chantaje”, a la “amenaza”, a la “coacción”, que se podía esperar de él.
En estos días, Perú jugaba sus minutos extras para ver si la Conmebol lo ratificaba como la sede del próximo Sudamericano Sub-20. Los días pasaban y las tensiones entre el IPD y la FPF iban en aumento. Los dirigentes de cada frente no daban su brazo a torcer y finalmente, la bomba explotó. La Conmebol, con el plazo vencido y cansada del ambiente incierto que se vive en el plano futbolístico peruano, decidió cancelar la propuesta peruana es ir pensando en otras posibilidades. Países como Bolivia, Uruguay y Venezuela ya se apuntaron a la carrera.
Otra vez en la vergüenza internacional. Otra vez vistos como los desorganizados. Otra vez nuestro futbol en el ojo de la tormenta. Lamentablemente, y aunque nos duela, las acciones de este mal dirigente tienen que ser fiscalizadas así nos caiga la mayor sanción de la FIFA, la desafiliación. Al mundial ya no podemos ir, en torneos internacionales no nos va muy bien desde hace varios años y nuestros clubes no tienen el nivel para pelear un titulo continental. Lo que ganaríamos, nuestra dignidad, sería mucho mayor de lo que años después podríamos recuperar. No caigamos en la sicosis general y actuemos con la inteligencia del caso.
Pero la penosa realidad por la que atraviesa nuestro balompié tiene nombre y apellido propios. Manuel Burga. El hombre que con su inconciencia y obstinación está resquebrajando cada vez más el debilitado futbol peruano.
A él no le bastan los fracasos en la selección, las derrotas cada vez más vergonzosas y desde luego, las criticas de la opinión pública. Pareciera que el afán por el poder y el buen billete que cada mes se lleva a los bolsillos han provocado en él una ceguera administrativa, deportiva y más aun moral. Pero si este desagradable personaje ha venido siendo el protagonista de grandes irregularidades públicas, denuncias por corrupción y escándalos extradeportivos, ¿por qué no lo echan? Pues la respuesta es fácil y estoy seguro que más de uno ya la tiene. La FIFA, el ente mundial del fútbol, protege la autonomía, en todos los niveles, de las federaciones de cada país; y peor aún, castiga la intromisión política de los gobiernos en turno. Es por eso que Manuel Burga tiene a toda la afición prácticamente “amenazada” ante una posible desafiliación si sus facultades como dirigente no son respetadas. Está jugando al “chantaje”, a la “amenaza”, a la “coacción”, que se podía esperar de él.
En estos días, Perú jugaba sus minutos extras para ver si la Conmebol lo ratificaba como la sede del próximo Sudamericano Sub-20. Los días pasaban y las tensiones entre el IPD y la FPF iban en aumento. Los dirigentes de cada frente no daban su brazo a torcer y finalmente, la bomba explotó. La Conmebol, con el plazo vencido y cansada del ambiente incierto que se vive en el plano futbolístico peruano, decidió cancelar la propuesta peruana es ir pensando en otras posibilidades. Países como Bolivia, Uruguay y Venezuela ya se apuntaron a la carrera.
Otra vez en la vergüenza internacional. Otra vez vistos como los desorganizados. Otra vez nuestro futbol en el ojo de la tormenta. Lamentablemente, y aunque nos duela, las acciones de este mal dirigente tienen que ser fiscalizadas así nos caiga la mayor sanción de la FIFA, la desafiliación. Al mundial ya no podemos ir, en torneos internacionales no nos va muy bien desde hace varios años y nuestros clubes no tienen el nivel para pelear un titulo continental. Lo que ganaríamos, nuestra dignidad, sería mucho mayor de lo que años después podríamos recuperar. No caigamos en la sicosis general y actuemos con la inteligencia del caso.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Mister Obama

Fueron momentos en que la algarabía y la emoción de miles de personas, entre ellas afroamericanos y latinos, abarrotaron las calles gringas para festejar el triunfo en las urnas del que consideran su nuevo héroe, Barack Obama.
Primero tuvo que librar una ardua batalla frente a su compañera demócrata Hillary Clinton, cuya amplia experiencia política y dominio de los medios hicieron peligrar su candidatura. Superada esta primera valla, vendría otra que tal vez no fue tan dura como la primera. Era la partida final ante el candidato republicano John McCain.
Iniciada esta última rueda, los sondeos y medios de comunicación estadounidenses mostraban como el gran favorito de los delgados al candidato demócrata. Además, las propuestas que proclamaba frente a multitudes fueron perfilándolo como la gran opción del cambio, el cambio que los estadounidenses reclaman hace varias décadas. Transcurrían las semanas y el senador se fue convirtiendo cada vez más en un candidato mediático, incluso fuera del ambiente político.
Las fichas ya estaban echadas. McCain y su política económica-militar terminaron por asustar a los sectores indecisos, los que se inclinaron ante la imagen fresca del afroamericano candidato. Obama terminaría ganando las elecciones.
Aunque lo sucedido era previsible, se esperaba una reñida contienda con los respectivos candidatos peleando voto a voto hasta el último momento. Minuto a minuto, los resultados revelaban su abrumadora ventaja sobre McCain hasta que alrededor de las 10 de la noche(hora peruana) algunas voces oficiales daban como nuevo presidente al líder demócrata Barack Obama. Instantes después, éste apareció junto a toda su familia frente a una multitud de seguidores que lo esperaban en uno de los estadios más grandes del país. Esta mezcla de sentimientos encontrados también se trasladó a las calles peruanas, en donde grupos de residentes gringos festejaron por la victoria de su líder.
Ante esto, no se hicieron esperar las felicitaciones y las cartas de varios mandatarios en todas las latitudes del globo. Desde asiáticos hasta europeos; y como siempre, los infaltables latinoamericanos, entre los que se destacan los presidentes de Bolivia y Venezuela, quienes esperan mejorar las relaciones bilaterales con el país del norte. Obama recibe el cargo en una coyuntura complicada. Crisis económica, el cambio climático, la discusión por la ocupación de Irak, entre otros, serán los principales problemas que tendrá que afrontar el recientemente elegido presidente.
Sólo nos queda desearle el mayor de los éxitos en su gestión y que actúe consecuentemente con las propuestas hechas en campaña, para el bien del pueblo estadounidense y por qué no decirlo, del mundo entero.
Primero tuvo que librar una ardua batalla frente a su compañera demócrata Hillary Clinton, cuya amplia experiencia política y dominio de los medios hicieron peligrar su candidatura. Superada esta primera valla, vendría otra que tal vez no fue tan dura como la primera. Era la partida final ante el candidato republicano John McCain.
Iniciada esta última rueda, los sondeos y medios de comunicación estadounidenses mostraban como el gran favorito de los delgados al candidato demócrata. Además, las propuestas que proclamaba frente a multitudes fueron perfilándolo como la gran opción del cambio, el cambio que los estadounidenses reclaman hace varias décadas. Transcurrían las semanas y el senador se fue convirtiendo cada vez más en un candidato mediático, incluso fuera del ambiente político.
Las fichas ya estaban echadas. McCain y su política económica-militar terminaron por asustar a los sectores indecisos, los que se inclinaron ante la imagen fresca del afroamericano candidato. Obama terminaría ganando las elecciones.
Aunque lo sucedido era previsible, se esperaba una reñida contienda con los respectivos candidatos peleando voto a voto hasta el último momento. Minuto a minuto, los resultados revelaban su abrumadora ventaja sobre McCain hasta que alrededor de las 10 de la noche(hora peruana) algunas voces oficiales daban como nuevo presidente al líder demócrata Barack Obama. Instantes después, éste apareció junto a toda su familia frente a una multitud de seguidores que lo esperaban en uno de los estadios más grandes del país. Esta mezcla de sentimientos encontrados también se trasladó a las calles peruanas, en donde grupos de residentes gringos festejaron por la victoria de su líder.
Ante esto, no se hicieron esperar las felicitaciones y las cartas de varios mandatarios en todas las latitudes del globo. Desde asiáticos hasta europeos; y como siempre, los infaltables latinoamericanos, entre los que se destacan los presidentes de Bolivia y Venezuela, quienes esperan mejorar las relaciones bilaterales con el país del norte. Obama recibe el cargo en una coyuntura complicada. Crisis económica, el cambio climático, la discusión por la ocupación de Irak, entre otros, serán los principales problemas que tendrá que afrontar el recientemente elegido presidente.
Sólo nos queda desearle el mayor de los éxitos en su gestión y que actúe consecuentemente con las propuestas hechas en campaña, para el bien del pueblo estadounidense y por qué no decirlo, del mundo entero.
sábado, 1 de noviembre de 2008
Palabras y palabrotas

La 46° Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) ha suscitado la atención de propios y extraños, tanto por la participación de grandes personalidades de la política y economía de la región como por los temas debatidos en dicho evento. Pero el análisis y el debate sobre las conclusiones a las que hayan podido llegar es tema de otro artículo. En éste, sólo quiero referirme a lo que nuestro presidente, el Sr. Alan García, mencionó en la clausura. Desde luego, como viene haciendo hace varias semanas, desestimó las consecuencias de la crisis económica internacional y enfatizó en que nuestro país es uno de los que la está afrontando de mejor manera en la región; asimismo, invitó a todos los inversionistas a que sigan invirtiendo en nuestro país. Discurso, por demás, conocido. Pero esto, en verdad, ya no nos sorprende porque de este señor se puede esperar cualquier cosa.
Ahora bien, continuando con el motivo del presente escrito, el presidente otra vez dejó notar esas actitudes desafiantes y de ser superior que hace mucho tiempo ha adquirido. Recordemos que ante los problemas internos de su gobierno hace algunos meses, hacía gala de los más crueles y atrevidos adjetivos para denunciarlos; aunque no estaban de más, la opinión pública sentía que aquella no era la actitud de un representante nacional. Y lo que ahora llama mi atención, indignación, vergüenza ajena y todo lo demás es lo que dijo nuestro “representante” al referirse a la crisis del capitalismo de occidente. Escuché las declaraciones en un medio televisivo; aunque no recuerdo con exactitud las palabras mencionadas y hasta el momento ningún medio electrónico ha escrito sobre eso, reproduciré con cierta precisión lo dicho. “¡Quién ha dicho que el modelo capitalista ha fracasado!”, “ahora algunos vuelven a leer a Marx cuando ni siquiera se le entiende”, “la gente lo lee y se duerme al segundo párrafo”.
Que mediocridad, que desfachatez, que insolencia, que, que y que…..creo que en esta cálida noche no alcanzaré todos los adjetivos para describir la impresión que García me dejó en aquel momento. Tuve ganas de echar al piso mi televisor!!!! Pues que tal soberbia la de aquel señor que, falsamente, se cree icono en Sudamérica cuando ni siquiera lo es en nuestro país.
Particularmente, no defiendo a los textos de Marx ni soy un socialista a muerte, pero por lo menos tengo respeto por los grandes pensadores de la humanidad que intentaron cambiar la difícil situación que atravesaba su época; al parecer, este respeto no existe en la atrofiada mentalidad de nuestro señor gobernante. Debería recordar sus orígenes, la ideología que profesaba cuando de joven estaba en las canteras del APRA. ¿Cómo has cambiado pelona?, diría un viejo amigo que hasta ahora no termina de entender la conducta tan extraña de “caballo loco” García.
Ahora bien, continuando con el motivo del presente escrito, el presidente otra vez dejó notar esas actitudes desafiantes y de ser superior que hace mucho tiempo ha adquirido. Recordemos que ante los problemas internos de su gobierno hace algunos meses, hacía gala de los más crueles y atrevidos adjetivos para denunciarlos; aunque no estaban de más, la opinión pública sentía que aquella no era la actitud de un representante nacional. Y lo que ahora llama mi atención, indignación, vergüenza ajena y todo lo demás es lo que dijo nuestro “representante” al referirse a la crisis del capitalismo de occidente. Escuché las declaraciones en un medio televisivo; aunque no recuerdo con exactitud las palabras mencionadas y hasta el momento ningún medio electrónico ha escrito sobre eso, reproduciré con cierta precisión lo dicho. “¡Quién ha dicho que el modelo capitalista ha fracasado!”, “ahora algunos vuelven a leer a Marx cuando ni siquiera se le entiende”, “la gente lo lee y se duerme al segundo párrafo”.
Que mediocridad, que desfachatez, que insolencia, que, que y que…..creo que en esta cálida noche no alcanzaré todos los adjetivos para describir la impresión que García me dejó en aquel momento. Tuve ganas de echar al piso mi televisor!!!! Pues que tal soberbia la de aquel señor que, falsamente, se cree icono en Sudamérica cuando ni siquiera lo es en nuestro país.
Particularmente, no defiendo a los textos de Marx ni soy un socialista a muerte, pero por lo menos tengo respeto por los grandes pensadores de la humanidad que intentaron cambiar la difícil situación que atravesaba su época; al parecer, este respeto no existe en la atrofiada mentalidad de nuestro señor gobernante. Debería recordar sus orígenes, la ideología que profesaba cuando de joven estaba en las canteras del APRA. ¿Cómo has cambiado pelona?, diría un viejo amigo que hasta ahora no termina de entender la conducta tan extraña de “caballo loco” García.